domingo, abril 09, 2017

Sa Penya, ¿se desploma?

Sa Peña, foto Daniel Espinosa

Felicito al alcalde Rafa Ruiz y al Consistorio en pleno por haber aprobado la medida. Cuando hagan algo bien hecho, hay que felicitarles, de ahí que yo les felicite con poca frecuencia. Y hago extensiva la felicitación a Costas, en la parte que le toque. Aunque deberíamos celebrarlo al final de las obras, no en el anuncio de su proyecto, porque estamos cansados de ver planes de ejecución que jamás llegan a buen fin. Se cambia de caras y si te he visto no me acuerdo y vuelta a empezar del expediente.
Personalmente he vivido la zozobra de varios alcaldes en este tema. Empecé a escribir en 1972 y desde entonces el tema sigue ahí, colgado en el precipicio que se va erosionando en silenco, metro a metro, implacable. Es obvio que se ha llegado a un tope límite y que en cualquier momento pueden desplomarse el ayuntamiento y otros edificios colindantes con la emblemática Casa Broner. Incluso las murallas monumentales renacentistas podrían recibir un duro golpe si perdiesen base compacta de sustentación. Y ocurrirá. Ya digo, desde 1972 han pasado 45 años. La isla se ha modificado en todo el litoral. Se ha cubierto con una coraza de cemento, ladrillo y hierro forjado, en todas partes menos donde se necesita.
No cometeré la imprudencia de ponerme a técnico, porque no lo soy. Pero con la cantidad anunciada, 2.3 millones, no creo que se consiga gran cosa, por mucho que siguiendo la costumbre dupliquen el presupuesto. Para apuntalar los bajos del Mirador y el otro extremo, donde está la casa Broner, no será suficiente. Pero además será una chapuza, en el sentido puro y simple si no se ataja la causa. El problema es el embate continuado de las olas del mar. Y en cambio se refuerzan los bajos del precipicio, que seguirá sufriendo los ataques furiosos de las olas Veremos.
Ignoro si la construcción del dique de Botafoc ha potenciado el efecto marea sobre la zona crítica. Se dice que sí. Por lo tanto es otra variable que debieran estudiar.