sábado, noviembre 07, 2015

Nos matará la saturación de agosto



Todo parece predestinado a la destrucción definitiva de Ibiza. Verán por qué lo digo.
Cuando leí sobre el accidente del avión ruso sobre el Sinaí, escribí en mi Facebook y en mi Twitter «avión derribado o accidentado». A propósito, porque va en línea con el argumento de la obra, el contexto, la ubicación y el hilo de los acontecimientos, estos mismos que benefician a las islas Baleares (y a España en general) al derivarnos varios millones de turistas.
Enseguida varios contertulios me reprocharon el uso del participio ´derribado´. No lo hubiera usado en un artículo periodístico, donde me exijo comprobar previamente cualquier contingencia posible. Pero las redes sociales son como la barra de la taberna donde, además, procuro no ser demasiado políticamente correcto, esa ideología represora puesta en boga por el criptocomunismo en Occidente. Por supuesto, ha sido derribado. Sabía que no tendría que esperar demasiado para recibir la confirmación. El primer ministro egipcio lo negaba como un descosido: les va mucho dinero en el turismo. Pero al mismo tiempo, las principales compañías de aviación europeas han dejado de usar este pasadizo aéreo y han anulado destinos egipcios. El país se sume de nuevo en una crisis profunda como la de 1997, con los asesinatos masivos en Lúxor.
El turismo ruso que ha dejado de venir a Baleares seguía veraneando en Egipto. Golpe muy duro y no es la primera vez. Que se lo digan a Túnez. Lo explico con detalles porque esta será la causa del fuerte estrés causado a Ibiza y Formentera. Sumada a la situación irreversible –de momento– en Libia, Túnez, Argelia, etc. Millones de turistas volverán a ser desviados hacia Ibiza, Mallorca, Formentera, Costa Brava, etc.
He comprobado la información que da el Ministerio de Exteriores español. Recomienda no viajar a los mencionados destinos. Marruecos con muchas precauciones... en fin, siga el mapa de los países ribereños mediterráneos y se encontrará con un panorama desolador. Los hoteles venderán más, cobrarán más caro, el Estado ingresará más IVA y más impuestos, pero lo que es la isla de Ibiza no podrá soportarlo. Si ya reventaban las instalaciones con los dos millones de turistas, imaginen como será el verano 2016 con casi tres millones.
El Pacte podría aprovechar estas necesidades acuciantes para acometer las obras de envergadura que necesita Ibiza. Lejos de hacer esto se moviliza... para cobrar la ecotasa y no descarto que se inventen otros impuestos. Necesitan más dinero para derrocharlo entre gastos identitarios, catalanismo y emplear a miles de adeptos que exigen su recompensa en forma de paguica o sea algún trabajillo bien remunerado.
La historia de siempre.