domingo, noviembre 30, 2008

Inventario de otoño

Aunque dejes de prestar atención a los hechos que acontecen en las islas, no te costará gran costa recuperar el hilo un año después. Incluso te podrías ir de voluntario en una ONG en Costa Rica y regresar, con la convicción de que serás nombrado director de campaña electoral de un partido.
¿No ocurre nada en Ibiza y Formentera? Sí claro, pero parece que vivimos en el mismo catálogo de disparates dando vueltas cíclicamente sobre los mismos temas.
Y a fuerza de tenerlo por evidente, hemos perdido de vista el bosque.
Quiero decir que la base de nuestro sustento no son las grandes infraestructuras, construir puertos deportivos ni levantar alocadamente miles de nuevas casas.
Esto se ha desnaturalizado tanto que los árboles de la construcción no nos dejan ver el bosque, que es donde está nuestra fuerza. Por haber perdido eso de vista –ya sé que me repito, yo y todo el mundo- hemos dejado la isla en un mal estado palpable.
Ya lo estamos lamentando. Por un lado, se ha llevado la isla por delante, o una gran parte de ella; por otra, nos ha distraído de nuestro tema principal, que es el turismo. No vamos bien con este tipo de turismo. De hecho, no lo quiere nadie. Y tercero, esta diabólica forma de financiar a los ayuntamientos (y los partidos y el bolsillo de algún particular en muchos casos) ha implantado un sistema de funcionamiento corrupto.
Una vez aquí, estábamos a un solo paso de vender nuestra alma al diablo del dinero negro, de la mafia, del crimen, y en Ibiza se ha construido mucha bazofia para blanquear capitales de origen muy oscuro. Y este paso también lo dimos.
Yo veo ahora, en un inventario rápido de otoño, un chisporroteo de causas y de efectos. Casi los mismos personajes suben y bajan las escaleras del juzgado. Son pocos los imputados, pero veremos si el trabajo judicial sirve para escarmentar. Aunque lo dudo.
Somos los ibicencos quienes hemos de decir basta: el ladrillo nos está hundiendo, es el iceberg que acabará de hundir nuestro Titanic. Si lo sabemos ¿por qué no reaccionamos?

sábado, noviembre 29, 2008

Aunque la pintes de blanco

Lamento darle la razón a este constructor que ha ribeteado columnas, ventanas y puertas de colores azules o cremas. Ignoro quien ha entendido que el color de Ibiza ha de ser blanco, en cualquier caso es un malentendido.
Incluso en San Antonio, dentro del mismo pueblo, ha habido siempre casas y hoteles que han usado otros tonos. Por mucho que queramos pintar la isla de blanco no conseguiremos ennoblecerla, porque la hemos dejado en manos de un sistema de parcelaciones caótico.
El blanco de Ibiza se refiere a la luz, muy luminosa, refulgente y deslumbradora. Entre el cielo casi siempre despejado y el mar que sirve de espejo, la luminiscencia es abrumadora.
Cuando llega alguien de Hamburgo, baja del avión y pisa el aeropuerto, queda deslumbrado, en sentido literal. Algo parecido ocurre en el Caribe, pero en menos grado que en nuestras Pitiusas.
Esta luz entregada no sirve de coartada ni nos ha privado de las mismas enfermedades contagiosas que en otros sitios. En realidad llega a ser molesta.
Ya sólo falta que las casas se pinten de blanco por norma y encima con pintura plástica o con yeso. Antes se encalaban y esto mismo explica esta blancura, la cal de Ibiza, una isla eminentemente calcárea. Embellecía, desinfectaba y ayudaba al sustento de la piedra. Ya lo creo.
No había otra cosa. Al margen de nuestras carencias, alguien dedujo que la blancura (relativa, muchas casas payesas han usado el azul, el marrón, el verde, algunas gamas de rojo) era hermosa. En realidad no, pero la blancura repele gran parte de la radiación solar, que en verano era excesivamente prolongada. Por ello muchas casas se hacían con varias parras que servían de toldo y además daban sus frutos.
¿Por qué se van a plantar dos o cuatro parras en la fachada, con el consiguiente peligro de atracción de mosquitos y pulgón? Porque los beneficios que presentaba eran mucho mayores. En verano ofrecía la sombra benéfica, caída la hoja caduca en invierno, permitía la entrada del sol hasta el interior del porche.
No tenemos necesidad de seguir usando el blanco. Tenemos dos o tres pintores que han pintado Ibiza de una forma inapelable, casi sin usar el blanco: Narcís Puget Viñas, por ejemplo, apenas usa el blanco en sus cuadros, muy ibicencos. Hay otros, naturalmente.
Y añado que se me ha pasado el artículo en blanco, porque yo quería hablar hoy de los cabrachos y de las anémonas. Otro día.

miércoles, noviembre 26, 2008

La resaca

Lo peor de las resacas, y alguna he tenido, no es que te quede el cuerpo magullado y con escasas luces para la acción, sino que suele coincidir con el mismo día que la señora levanta la casa para fregar a fondo, un camión de la basura se estaciona bajo tu ventana y todo el mundo chilla.
Ibiza está ahora de resaca, una resaca de campeonato.
Una resaca enorme en el sector de la construcción que se había mantenido en la bebida principal de la gran borrachera. Ayuntamientos, arquitectos, transportistas, fabricantes, albañiles, montadores, y otras cientos de profesiones vivían a lo grande del sector, tan boyante y tan peligrosamente ciego a la realidad, al menos desde 1996.
Incluso los políticos, los ediles, nadie ha sabido ni ha querido buscar soluciones imaginativas de financiación. Ni de promoción turística (a excepción de aquel osado que pretendió hacer mear hierbas al Meineken Piss de Bruselas). Siempre ha sido más fácil ir cobrando todo lo posible al sector de la construcción. Con ello han creado un problema que ya no tiene solución: el precio de los pisos es un abuso.
Pero también han estallado en la misma burbuja estos propietarios que han cobrado de más, diez veces de más por el metro cuadrado expropiado. No sé cuántos habrá, pero ya es casualidad que el adalid de todo ellos sea siempre el mismo, el campeón de los destrozos de la isla. En fin… como decíamos en el recreo, “amolla es mos”.
Y no entro en más consideraciones en un tema en el que otros cientos de ibicencos han sufrido mucho y otra decena se prepara mentalmente para un calvario. Sólo desearos fortaleza de ánimo, habilidad y dureza para que os compensen con creces por el desahucio.
Está toda Ibiza de resaca. Desde que en 2005 se anunció el monstruoso engendro de las autovías que, por cierto, tendremos que pagar durante lustros a un precio astronómico, las páginas del Diario de Ibiza cronicaban casi cada día un desmán o una bestialidad de las máquinas excavadoras.
Yo mismo en mis articulitos les iba advirtiendo que la destrucción a sabiendas del patrimonio arqueológico es un delito grave. Arrasaron yacimientos, sacaron a gente de sus casas, diseñaron trayectos estrambóticos para beneficiar al mismo de siempre, y cortaron la línea de sedimentas y de circulación de aguas en San Jorge, y eso se calla, eso es gravísimo, tanto que dudo que incluso tenga solución volviendo a rellenar
la trinchera abierta.
Pero nadie del Partido Popular atendía: la prepotencia y la codicia han roto Ibiza en dos mitades. Ignoro si la avaricia rompe el saco pero a más de uno le ha abierto brecha. Y atentos, me temo que la resaca no ha terminado. Ibiza no debiera dejar pasar la oportunidad del desmantelamiento y de la crisis para emprender mejoras de envergadura.

domingo, noviembre 23, 2008

Basta ya de cemento

Este próximo verano nos dará una idea de lo que sería Ibiza en caso de una pérdida importante del número de turistas. Una merma sustancial del flujo (un millón y medio, casi dos millones) dejará un paisaje que muchos nuevos ibicencos todavía no han conocido.

Cabe la posibilidad de que se inyecten artificialmente nuevos proyectos urbanísticos para paliar la crisis coyuntural. Sería un error fatal. No es la crisis coyuntural lo que me preocupa de Ibiza, sino la profunda crisis estructural que viene causada por un modelo desarrollista insostenible.
Por fatigoso que parezca, lo vengo diciendo desde 1972. Y desde 1982 como la narración ineludible de nuestro destino o de nuestro predestino anunciado.
Brevemente: sobra cemento. Ya sobra mucho cemento. Ibiza no construye una casita para cada hijo, sino auténticas monstruosidades que han dado al traste con el agua, la media humana, la calma, el paisaje y el valor global de la isla.
El cemento sobre Ibiza cotiza en la Bolsa y en sociedades alemanes, suizas, españolas. Ibiza no debe cotizar más que en nuestra propia bolsa, aunque ya hemos perdido este tren. Y tan convencido estoy de lo que digo y desde hace tanto tiempo, que en el año 2000 ahuequé el ala y salí volando.
El problema de fondo no es la crisis internacional, sino los políticos ibicencos. En Ibiza no hemos sabido gestionarnos y cada vez la crisis será más habitual, porque funcionamos contra natura.
Este próximo verano será mucho peor que el de 2008.
Europa estará probablemente en recesión durante la próxima primavera: pérdida de empleos a cientos de miles. Gran Bretaña, Alemania y España son nuestros tres grandes proveedores.
Basta leer cualquier periódico para confirmar las peores sospechas: Ibiza tiene que sumar un millón y medio de turistas jovenzuelos que vengan a gastar durante tres meses.
Precisamente el sector de población peor tratado en los tres países antes mencionados. Ibiza recibirá de pleno durante el verano de 2009.
Eso sí, movida, mogollón, problemas, revuelo y disputas sobrarán.
Quizás la promoción turística debe pescar en otros caladeros.

sábado, noviembre 22, 2008

No al puerto de Es Viver

Otra vez me encuentro con un caso que confirma mi teoría de que en Ibiza no es el periodista quien agota los temas, sino los temas quienes agotan al periodista.
El proyecto sobre el puerto deportivo de Es Viver debió empezar a carburar en 1971, que es cuando Matutes quería comerse el mundo y casi acabó con el turismo de Ibiza al levantar el hotel Insula Augusta en las cercanías de la cabecera de pista del aeropuerto.
Hizo suyo el lema norteamericano ‘Think big’ y me parece muy bien, siempre que se piense a lo grande, pero correctamente y en su debido momento.
El Insula Augusta saltó dinamitado por el ministro del Aire de Franco. Matutes era el alcalde de Ibiza, o lo había sido hasta que se le sugirieron una discreta dimisión.
La otra gran idea de Abel Matutes acaba de saltar más silenciosamente, pero espero que sea algo definitivo: el puerto deportivo no podrá construirse, por muchos motivos técnicos, ecológicos y por sentido común que se explican en la negativa del Consell.
Pero hay que reconocerles constancia a estos benefactores de Ibiza, de los cuales nos libre Dios, aunque no nos ha librado de todos.
Debía ser en 1976 cuando Baltasar Porcel, que entonces dirigía Destino, un semanario cada vez más politizado y cosido a multas gubernativas, me encargó que le enviara una página de este proyecto. No le hice más preguntas que las necesarias, me entrevisté con Abel y le mandé unos folios que salieron publicados.
Entonces ya tenía problemas para conseguir las licencias. Pero que conste que la idea es antigua y que ha venido gestándose mirando de colarla de mil maneras.
Después, yo mismo he escrito varias veces manifestándome en contra del proyecto. No es nada personal, y la prueba es que casi con los mismos argumentos me podría manifestar a favor de un campo de golf más atrás, siempre que no se aproveche el viaje para endilgarnos varios bloques de apartamentos. Con el cemento ya soy implacable: no a todo. Ni un bloque más, y de los que hay ya sobran más de la mitad.
Aparte de mi blog, fue el 13 de mayo del 2006 cuando en este Diario saqué ‘De vivero a basurero’ con un título que explica bastante claramente el sentido del texto: estas hermosas playas y rocas bajas, son un gran pulmón depurador del mar. Sólo en los días de vientos de Levante se muestra desapacible. Pero si se cerrara algún sector, los destrozos serían históricos, en los fondos, en la superficie y en las proximidades. Menos mal que el Consell ha dicho no al proyecto. No se construirá (mmm, de momento).

miércoles, noviembre 19, 2008

Una Ibiza virtual pero dura

A la crudeza del invierno, con sus accidentes y sus sorpresas terribles, subyacen unas semanas –al menos, quizás meses- de intenso trabajo.
El resumen y la reflexión del verano pasado, que por cierto ha sido muy bueno si lo comparamos con lo que pueda ser el próximo, se verá continuado por muchas jornadas de preparación para las ferias turísticas.
Ibiza ha rascado los fondos arenosos de la crisis, pero no ha embarrancado. Han venido menos turistas, han pernoctado menos y han gastado menos dinero en la oferta complementaria. Pero hemos flotado.
Ahora nos quedan cuarenta días, quizás dos meses, para convencer con el material que tengamos a mano, de que Ibiza merece nueve días de vacaciones. Quince días, ya podemos olvidarlo para siempre.
Nosotros sabemos casi lo mismo que saben los clientes potenciales. En realidad, vivimos en un espacio común virtual, donde compartimos casi los mismos referentes y los mismos datos.
De acuerdo que debemos ser optimistas, siempre hemos de intentarlo otra vez. Hay que repetir, corregir. Pero es que llega un momento en el que uno sólo puede confiar en la sorpresa o el azar. La Ibiza virtual no ofrece pautas fáciles. Europa, España, en recesión o casi rozándola. Eso es malo para Ibiza. Pero que muy malo.
La Ibiza virtual dará como fruto unos batacazos históricos. Incluso numerosos políticos parecen vivir a cuerpo de Rey, sin querer darse por enterados de un déficit que será sonado. Yo sé que ahora ya hay mucha gente que comienza a creer en la crisis.
La ceremonia de la confusión que ofician cada año, de feria en feria, hogaño parece atemperada por la codicia mallorquina: acaparan stands, puestos y promoción. El tiro (de momento en sentido figurado, virtual) les puede salir por la culata. Será un trabajo duro.
Pero Ibiza ya está recibiendo las dosis del cereal que han sembrado: ya se les está avisando que vender Ibiza es casi imposible. Las familias tienen un concepto (más real que virtual) de Ibiza como isla de juventud.
¿Y eso es malo? Es que… es un tipo de juventud hasta el delirio, hasta la extenuación, una juventud drogada, hiperexcitada, una juventud de clubbers que pasan tres días seguidos en las discotecas.
De manera que, si recapitulamos, tenemos una situación que vengo describiendo desde veinte años: la moneda mala desplaza a la buena. El turismo malo desplaza al bueno. Dos décadas o más. Ya está aquí.
Pero como no se ha sabido templar el ambiente falta la guinda: mucha juventud reniega de Ibiza. Mucha juventud ya no quiere drogas, velocidad, vértigo y ulular de ambulancias. Tarrés, al tema sin perder el tiempo.

domingo, noviembre 16, 2008

Estamos perdiendo la guerra contra las drogas

No estoy muy seguro de que se tenga cumplir a rajatabla el deseo de mostrarse siempre optimista. Como mucho, siempre que se pueda.
Pues bien, Europa no puede. No hay razón ninguna para el optimismo, pero tampoco debemos abandonarnos ni entregarnos.
El hecho es que Europa se droga mucho. Es el gran financiador de una extensa lista de países que no van a renunciar a este negocio ni aunque sufran (algunos los han sufrido y los sufren) bombardeos desde el aire.
Si vamos por orden de mayor a menor, resulta que España es el país más drogado de los Veintisiete.
España es el país donde consume más cocaína y cannabis, sin duda por su situación estratégica tan cerca del norte de África y por sus relaciones seculares con Sudamérica. Ahora se ha observado un aumento considerable de heroína, quizás por una fabulosa cosecha de opio en Afganistán.
Los informes de la Unión Europea indican que no hay tregua: el consumo jamás cesa, aunque en el centro y en el norte del continente prefieren éxtasis, anfetaminas y otros derivados químicos.
Y seguimos bajando y llegamos a Ibiza, donde confluye el consumo propio de cannabis y cocaína con la avalancha de turistas que vienen cargados de estimulantes.
No pretendo perpetuar la polémica, pero no hay nada más opuesto a un consumidor hogareño que se hace sus porros, como otros se toman dos whiskys y los acelerados chavales que se pasan dos y hasta tres días sin dormir, manteniendo una peligrosa maratón a base de pastillas.
No tiene nada que ver una cosa con otra, pero ambas confluyen en nuestra isla. Evidentemente, los clubbers se llaman así porque van, viven y vuelven al club: discotecas.
Ibiza tiene el triste récord de haber polarizado en sus 572 k2 a casi un millón y medio de jovenzuelos que peregrinan de discoteca en discoteca hasta que alguno, quizás ya fundido o averiado, ingresa en Can Misses.
España… los más de Europa. Ibiza… los más de España.
La lucha por la recuperación global de Ibiza paso por tener en cuenta estas cosas. Y no diré más.

sábado, noviembre 15, 2008

Las Pitiusas no son las Maldivas

Yo supongo que se trata de un mecanismo para no levantar alarma ni crear más angustia de la necesaria, pero no pasa día en que no escuche argumentos contra la existencia del cambio climático.
Curiosamente en su mayor parte provienen de sectores más o menos conservadores. Es cierto que existe mucha gente falsa y presuntamente progresista (como el codicioso Al Gore) que se han erigido en adalides del nuevo ecologismo.
Han sido muy listos, pero no es muy inteligente permitir que estos personajes, muy poco ejemplares en su vida privada y en sus empresas mineras, usurpen el papel de otra gente que lleva décadas dejándose la piel por la causa.
Incluso, el mediático Federico Jiménez Losantos, por otras cosas admirable y valiente, no pierde ocasión de burla contra los defensores del deterioro del clima. Hace mal cuando, a sabiendas, usa la temperatura de un día en los Montes Universales de Teruel para invalidar el proceso de deshielo de los glaciares y de las nieves eternas de algunos picos montañosos.
En realidad, WWF lo acaba de confirmar por enésima vez en proyecciones cada vez más perfilados. Sigue el proceso de cambio, sigue la pérdida de hielos y glaciares. Con una salvedad: el proceso es muchísimo más rápido de lo que se proyectó.
En el Oeste y Centro de Europa, lo que hoy son ciclones muy destructores se irán convirtiendo en huracanes, doblando como mínimo su capacidad.
En Ibiza yo usé las proyecciones de Millán Millán hechas para la Comunidad Valenciana y el Mediterráneo occidental, por lo menos: hoy no lo vemos, pero Ibiza está sometida a este régimen de lluvias, destructivo por lo que tiene de súbito. Quiero decir que a largas sequías se suceden tormentas feroces, los temporales de Levante (lo de gota fría es una tontería que ya nadie usa).
El otro día explicamos que antes de final de siglo, en el Mediterráneo ya se darán huracanes. Recordemos que ahora vientos 100 k/h no son raros. Multipliquen por dos. Yo me acordaba días pasados (en pleno temporal) del palacio de Congresos de Santa Eulalia.
Eso no obstante, aunque el mar suba un metro, las Pitiusas no son las maravillosas islas Maldivas, que ya han decidido comprar en Australia o en la India grandes extensiones de terreno para ubicar a los 300.000 habitantes (Ibiza en verano). La causa es simple: la altura máxima de estas islas de arenas blanquísimas es de dos metros. Y ya han visto las orejas al lobo.
No hará falta hacer esto en Ibiza. Sólo invertir el espíritu de las leyes, o sea permitir construir en las montañas y dejar que se largue la gente de la costa.

miércoles, noviembre 12, 2008

Bullicio otoñal

Al final de cada temporada turística, Ibiza se veía sometida a una sabrosa actividad, a un bullicio jugoso y eufórico: se había trabajado, se había cobrado y quedaban unos días libres para reencontrarse sin premuras y para tomarse unos vidrios en grupo.
Era la alegría que precedía a la gran expedición hacia Occidente, o sea, hacia la Península. Esto de cobrar el paro, si se mira desde un punto de vista egoísta isleño, no ha ayudado nada al comercio de las islas: llegan los peninsulares en mayo con el bolsillo vacío y cuando lo tienen lleno se marchan a miles a gastarlo en su tierra. Con todo el derecho del mundo.
Así que Ibiza ha llegado al otoño a trancas y barrancas, pero mis informes no son muy halagüeños: hay más nervios que bullicio, hay más prisa que ganas de bulla, hay largas colas en el paro (eso no es nuevo) y mucha gente que no tiene ni siquiera la posibilidad de regresar.
Serán usuarios de Caritas, y a mucha honra. Bueno, honra ninguna, pero no quedará más remedio.
Esta sensación de nerviosismo se refleja ahora en muchas cosas. De repente, Mallorca vuelve a sacar su cara más acaparadora. Lo han hecho siempre: primero llenan Mallorca y si queda algo, va para Menorca y algo para Ibiza, con la pueril coartada de que así se optimizan recursos. Se optimizan los de Mallorca, probablemente.
Los políticos ibicencos no debieran alarmarse ahora y pretender rebañar con una presión del último momento lo que no han conseguido asignarse por justicia y por trabajo. La eficacia de los políticos pitiusos no parece ejemplar, salvo excepciones. Todavía estoy pensando en presupuestos no cobrados o que ni siquiera se han sabido gastar, mientras en otras partidas hay un derroche millonario en protocolo.
Este otoño ya muestra las líneas de fuerza: Mallorca acapara todo el stand de Londres y retrasará la entrega de partidas, mientras en Ibiza se pide dinero compulsivamente. Ahora, las prisas.
Pero yo hoy no voy a criticar a los políticos del Consell, aunque lo merecen sobradamente. Voy a apoyarles: Ibiza merece que se aprovechen estos cinco meses de invierno turístico para trabajar. Pero de verdad, sin fotógrafos delante.
La lista de descosidos, problemas arrastrados y cronificaciones es alarmante: obras públicas, hospitales, mantenimiento general, puerto, aeropuerto, etc.
La policía de Sofía Herranz debiera insistir en su lucha contra las drogas, que están acabando con la gente, con el turismo y con la isla. Los resultados obtenidos, siendo buenos, todavía son muy mejorables. Ánimo.

domingo, noviembre 09, 2008

Dios nos proteja de nuestros gobernantes

En Ibiza se han ido atrasando y acumulando los problemas y la propia dinámica demográfica ha generado otros nuevos, así que es fácil entender que nuestros gobernantes tengan serios problemas de capacidad.
Aunque sólo fuera por caridad cristiana y por buen gusto periodístico deberíamos entenderles, besarles en la calle, llevarse un concejal a casa a comer o una concejala, da igual y acunarles. Y al día siguiente darles 20 euros para el bocadillo.
Pero yo insisto, mi columna es muy breve, la vida también.
A guisa de ejemplo, no hay manera de entregar un paseo, un colegio o un museo en condiciones que no presente fallos estructurales, filtraciones o carencias de diseño graves.
Ahora ya sabemos por deducción que ello puede deberse a una falta de preparación de los políticos, funcionarios y de algunos técnicos, lo cual es muy alarmante, pero no podemos ignorar por más tiempo que en casi toda España estamos asistiendo a una corrupción galopante.
Otro ejemplo: Si yo tengo presupuestados 100 millones para un edificio municipal, pero debo entregar diez al partido y otros diez para mí (yo los guardaré en una caja de galletas de Campoo), resultarán sólo 80, 60 de los cuales pasarán al promotor y quedarán veinte disponibles para el beneficio del constructor y para construir el edificio.
Muy poco. Dejaré pasar dos años de retrasos y pediré una ampliación de presupuesto. Al final habré despilfarrado 300 millones, para un edifico que pudiera haberse construido holgadamente con 80 millones.
Pero como se habrá hecho mal, a embates y sin control, el edificio tan ruinoso acabará cargado de defectos, fallos y carencias.
El problema de la corrupción, aparte de su inmoralidad y de su obvia ilegalidad, es que paraliza el sistema, es un cáncer que acaba invalidando el funcionamiento.
Otra forma consiste en cobrar un sueldo como alcalde y concejal sin realizar el trabajo, como estos del PP y del PSOE que aprobaron la construcción de una estación de autobuses por una empresa catalana en Vila. Y unas tarifas que no pueden asumirse ni en un aeropuerto. Y me quedo corto.

sábado, noviembre 08, 2008

Huracanes en el Mediterráneo

Los ingleses consideran de buen tono hablar del tiempo, al menos con gente que se acaba de conocer. Tienen un problema: siempre cuentan los mismos chistes, es como un ritual cultural donde no interviene el ingenio sino la costumbre.
Casi es mejor que en mi sección hable hoy del tiempo.
Pero no canten victoria. Mi intención es hacerme eco del estudio de un grupo de investigadores de Hamburgo (instituto Max Planck) y la universidad de Castilla-La Mancha. La conclusión responde a una antigua pregunta: ¿podría haber huracanes en el Mediterráneo en un futuro no muy lejano?
Los pitiusos que estos días hayan quedado aislados en Formentera y en Ibiza se reirán un poco. Estos vientos racheados, huracanados que pasan de cien por hora ¿son suaves brisas que nos mecen en el paraíso?
Pues… no, de hecho cuando pasan de cien kilómetros ya estamos ante un viento huracanado, pero los técnicos distinguen muy bien estas tormentas mediterráneas, pequeños ciclones, trombas, rachas de los temibles huracanes.
Nadie dice que los ciclones mediterráneos sean agradables. De hecho, sólo hay que ver cómo juega con las embarcaciones que han quedado fondeadas o que tienen la desgracia de estar en travesía. ¿Qué falta nos hacen los huracanes teniendo ya estas tormentas de Levante?
Imaginemos un viento tres veces más potente, rozando los 300 por hora, olas de unos diez metros de altura durante interminables horas y lluvias de inabarcable potencia. Lo que diferencia nuestras tormentas es básicamente la duración, aparte de otras consideraciones técnicas.
Digamos la respuesta ya: sí, según las proyecciones o simulaciones , que no son exactamente previsiones pues no se dice que se vayan a cumplir, o al menos así, en el Mediterráneo habrá antes de final de este siglo –o sea, mañana mismo- una temporada de huracanes, que yo calculo desde finales de junio hasta finales de noviembre. Es decir… se acabaría el turismo ipso facto.
Para que se formen estos meteoros se hacen imprescindibles al menos tres circunstancias. Primero, lo tenemos ya, es el aumento de temperaturas de las aguas del mar, que suponen un fabuloso acumulador de energía. Otra es mucha humedad ambiente, de la que vamos sobrados. Y la tercera sería un tipo determinado de vientos en la superficie.
Los interesados pueden leer estos resultados en el "American Geophysical Union Journal". O sea, que el cambio climático nos afectará de lleno también en esto. Pues… manos a la obra.

miércoles, noviembre 05, 2008

Suicidios rituales y colectivos

En los recortes de prensa que guardé, Diario de Ibiza 27 y 28 de julio del 2007, se dan numerosos detalles que parecen sugerir un suicidio ritual en sa Cala. Pero como ignoro el desenlace de la investigación, me limito a aquellas fechas.
Según eso, el húngaro, 46 años, hubiera venido a Ibiza de vacaciones y ya conocía la isla como un sitio -supongo que en su calenturienta imaginación- privilegiado para el suicidio. Su compañera, una húngara de 29 años, le habría hecho de comparsa para el lúgubre baile en los pinares ibicencos, al lado del santuario de Tanit en es Cuieram.
Abreviando: aparecía atada, con marcas y cortes. Exactamente 24 horas después regresó el húngaro y se ahorcó allí mismo.
Parece una escenografía de una ópera alemana. Triste espectáculo. No entro en detalles porque, repito, no he leído el final de la historia.
¿Por qué Ibiza? Ignoro en realidad los posibles motivos. Desde luego hay islas, lugares exóticos y países mucho más publicitados para cometer los suicidios colectivos.
Acabo de introducir un nuevo concepto: Ibiza no es lugar de suicidios colectivos, más bien parece un sitio de orgías, aunque imagino que menos de lo que se cuenta.
Tampoco veo que sea un lugar de suicidios rituales, que en nuestros tiempos modernos puede tomar muchas formas. El más popular por lo infame y lo canallesco es la de la niña o adolescente que es convencida para que se inmole con un cinturón de bombas atadas a la cintura. Esto, más que un suicidio ¿no es más un homicidio en cadena?
Los famosos suicidios japoneses tampoco me satisfacen. No son suicidios puros. El suicidio ha de ser un acto voluntario partiendo de la libertad más absoluta.
El caso del samurai japonés humillado en su honor tenía el último privilegio de los elegidos: con su katana se abría el estómago en horizontal, se hacía el harakiri, lo cual se consideraba una muerte honorable. El ritual es innegable y pretende ennoblecer en un último acto de honor una acción infame anterior.
Pero ¿y los aviadores que eran entrenados para estrellarse contra los barcos enemigos?
Los kamikazes eran temibles. Cargaban sus aviones de material explosivo y emproaban hacia un objetivo, que difícilmente podía sortear tal cantidad de bombas y metralla. El hombre bala, el hombre explosivo adquirió una triste popularidad.
En Estados Unidos, Guyana, África y otros sitios hemos asistido al horror de los suicidios colectivos.
No hace falta explicarlo mucho, pero es evidente que ni los suicidios rituales ni los colectivos tienen nada que ver con Ibiza.

lunes, noviembre 03, 2008

Inventos fenicios en las Pitiusas

El fenicio lleva un Cuaderno Púrpura donde anota las perseidas (ideas fugaces) y las tonterías que se le ocurren…
La energía es un tema que tengo abandonado. El fenicio se rasca la nariz, que es buena señal, pues sólo se rasca la napia cuando ha decidido algo.
“Rascarse la nariz es un trabajo inútil. Gasto demasiada energía rascando”.
El fenicio conoce las habilidades de sus congéneres hace ya al menos dos mil años. Los fenicios dieron a grandes filósofos y a numerosos físicos que desvelaron algunos principios de la naturaleza y en muchos casos, entre lo que supieron y lo que copiaron, desarrollaron la tecnología pertinente para el uso y el aprovechamiento de energías desatadas en la naturaleza.
Conocían perfectamente la fuerza de las mareas y… de las corrientes subterráneas. Yo he explicado dos, siempre relacionadas con el agua, un elemento por el que sentían fascinación, quizás porque los fenicios provenimos del desierto.
Con unos odres de piel en forma de embudo aplicados a la inversa a los surtidores de agua dulce de los fondos del mar (como ocurría por ejemplo en el puerto de San Antonio o en el Estany Pudent de Formentera) lograron levantar el agua potable hasta los depósitos de su barcaza.
En Gibraltar era imposible pasar el estrecho de Tartessos, Columnas de Hércules, (muchos años después se llamaría Gibraltar): los vientos aconsejaban alejarse. Non Plus Ultra. No hay nada más allá de esta puerta. Pero los fenicios descubrieron que en el fondo del estrecho hay una corriente potentísima que cual río desbocado escapa hacia el Atlántico. Ya que por arriba el viento les venía a contra vela, ellos idearon una vela submarina para que la energía mecánica empujara la barca hacia el océano. Y vaya si lo conseguían.
Seguro que hay libros que cuentan centenares de inventos fenicios.
Usaban el sol, el viento, las brisas, las mareas, las corrientes, la sal, un complejo equipo de herramientas para los más diversos oficios. Y por supuesto la tracción animal, la más cara de todas.
Por cierto, un animal vivo es un depósito de vitaminas y un potentísimo medio para lograr la expansión cultural. Los fenicios solían llevar en sus barcas gallináceas, cerdos, algún caballo o mulo, perros egipcios y otros varios.
Anoto en el cuaderno: por habernos trasladado a una energía y a una cultura de importación, hemos olvidado las antiguas soluciones fenicias.
Un ibicenco de 1952 vivía prácticamente con la misma tecnología y cultura material que un fenicio de Biblos mil años antes de Jesucristo.
Por esto somos tan diametralmente opuestos a los catalanes, por ejemplo.
Pitiusos, hombres de mar, hagamos memoria histórica y recuperemos nuestro recetario. Y encima, energía gratis.

domingo, noviembre 02, 2008

Ibiza ya no se sostiene

Cada vez que se acerque un autobús de línea regular a la estación de Vila… ¡zas! 60 euros del ala.
Si vas a conducir tu propio coche te encontrarás con unos precios de combustible astronómicos y si encima estás en paro, inalcanzables. Pero cuando frenes, pares y pretendas aparcar, asegúrate bien de dónde dejas tu máquina porque puedes caer presa de las grúas municipales. O pagarás peaje y parking.
Desde hace años vengo diciendo que Ibiza se ha convertido en una isla invivible, saturada, carísima y no sostenible. Por eso no es bueno irse de vacaciones a la Península ya que al ver las posibilidades y los recursos ajenos, uno regresa melancólico y con el pinchazo de la envidia.
Sabemos quienes han sido, quienes han consentido, y más o menos vamos sabiendo quienes han cobrado comisiones. Una práctica letal para la isla, pues se distrae un dinero que de hecho se sustrae a la calidad de los materiales y de las obras realizadas. Y lo estamos viendo todos los días.
Se impone un cambio de la Ley Electoral donde se contemple la financiación de los partidos políticos: ya está bien de robar, de saquear y de amargar la vida de los contribuyentes.
Y de paso déjenme dar unas palabras de aliento a los fiscales y a los jueces, oficiales y personal de los juzgados, ante cuyas actuaciones uno se ha mostrado reticente o escéptico en otras ocasiones. Pasa como con la Iglesia, la Policía , el Ejército o cualquier otra institución expuesta al público. Ya que les criticamos, debemos tener la limpieza moral de alabarles en momentos críticos donde su labor se efectúa entre penalidades y carencias.
Para quien no va ni un gramo de aliento es para los políticos. Dejando sentado y muy clarito que hay gente que se ha preparado para la política, ha estudiado relaciones internacionales, diplomacia, derecho, economía, idiomas etc. y que son gente honrada, hay que decir que el mundo de la política se ha convertido en una pocilga.
Esto no puede ser, nos va la democracia, la isla, la sostenibilidad, la calidad de vida en el empeño.

sábado, noviembre 01, 2008

Entre el hambre y los derroches

A mí personalmente me parece muy bien que el Diario de Ibiza del pasado 24 de octubre dedicara la portada y las tres primeras páginas, o sea las más relevantes, a la abrumadora demanda de comida y de ropa que están soportando los servicios de caridad de Caritas.
Remarco la palabra caridad, a la que no hay que rehuir ni tiene que avergonzarnos. Muy al contrario, la caridad es uno de los pilares del buen cristiano como también lo es por cierto del buen musulmán.
Me temo que el Diario está haciendo algo que nunca había hecho antes. Sí, claro, yo recuerdo aquellas columnitas de donativos, una lista de una veintena de donantes pudientes.
En aquellos años lo llevaba el bueno de Francisco Ariza, a quien tocó además lidiar con los últimos estertores del franquismo. A el le cupo el honor o el duro trago de prohibirnos unas canciones de Víctor Manuel, de Pau Riba y otras cosillas que no recuerdo.
Pero bueno, esto estaba incluido en el sueldo. Lo de Caritas no. Más de un vez, Ariza me facilitó las listas estadísticas (siempre tan escasas en Ibiza) de nuestro turismo. Llegadas nacionales, internacionales en el puerto y en el aeropuerto, mes a mes y la correspondiente evolución. Eso era todo y ya era mucho. Estos datos nutrieron mis primeros anuarios, de 1982 en adelante.¿No había pobres en Ibiza antes?
Pues sí… como lo éramos casi todos, nadie destacaba por su pobreza. Además un ibicenco en Ibiza, sin nada en el bolsillo podría vivir sin dinero los 365 días del año, y de hecho muchos casi lo hacían así. Miles de años de evolución fenicia con lo imprescindible, sólo la pericia y la diligencia manual para sobrevivir.
Había pobres, pero la isla era muy rural, al toque rústico de la tierra nutricia que da frutos.
Han pasado 25 años y la isla se ha urbanizado, también para esto tirando al desastre.
Ahora queda alguien en paro y con una familia y no tiene absolutamente nada, ni familiares en la isla, ni amigos a veces, ni tierras ni bosques que recorrer, ni setas ni cebollas, ni frutas, ni huevos que recolectar. Nada.
Por eso Caritas es tan importante.
Por eso han aumentado un treinta por ciento las peticiones de lotes de comida procedentes de los fondos europeos, más el aceite siempre caro y algunas aportaciones de proteínas.
Al menesteroso encerrado en un piso que ni siquiera puede pagar (hipoteca o alquiler, da igual) y con dos niños no se le pude sermonear con la solidaridad socialista que a largo plazo salvará a la clase trabajadora.
El hambre es más inmediata. Las ayudas han de ser al momento.
No sólo es Ibiza. No están solos. Quien pueda ayudar, que ayude.