domingo, marzo 30, 2008

Soluciones: si no hay, invéntelas


Hoy no toca hurgar ni martirizar al Partido Popular, entre otros motivos porque ya he escrito bastante y quizás demasiado en los últimos años. Sobre todo, en la apoteosis final que supuso la orgía del bacalao y de las autopistas.

Pero debo hacer mención al PP para remarcar que las nuevas vías han creado nuevos problemas, entre otros el de la seguridad, circulación de materias altamente peligrosas, túneles precarios, etc. Este verano supondrá una buena prueba para examinar el funcionamiento de algunos tramos.

Al menos se observa un cierto espíritu que a mí me suena a novedad: hay tantos problemas acumulados que ahora mismo ya sólo queda un camino a seguir: solucionar problemas. Muchas soluciones son imposibles, pero si no las hay habrá que inventarlas.

Por el camino, muchos han hecho como el escarabajo que va a los nutricios montones de materia orgánica para depositar los huevos, para acumular verdaderas montañas de tierra fértil. Otros miran los campos de golf, como excusa para subir más bloques de apartamentos o zonas costeras para repetir por enésima vez la misma operación.

Sería injusto no admitir el valor del Pacto o como se llame este engrudo socialista/nacionalista/comunista.

Territorio, infraestructuras, urbanismo, servicios, recursos y turismo están siendo analizados en muchos aspectos bajo lupa.

Pero no es sólo el Consejo Insular y los ayuntamientos socialistas. En Santa Eulalia se muestra otra talante, en San Antonio Abad van muy por delante (lógico, por otra parte) en la gestión de problemas turísticos, caso de los reglamentos sobre horarios de cierre de discotecas y límites para la emisión de ruidos.

Sant Antoni ya fue pionero indiscutible en el turismo pitiuso, ha sido el primero en quemarlo y será el primero en buscar soluciones. Más les vale.

Yo no creo en buenismos franciscanos, en hipocresías que esconden tácticas partidistas, pero los ibicencos nos damos cuenta: Sean del PSOE o del PP, ha llegado una generación de políticos de la misma generación. Conocen los problemas. No desperdicien este capital ni dejen pasar esta oportunidad. Discutir cuando no se debe es de tontos.



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sábado, marzo 29, 2008

Tratadles con amor

La portada de la revista `Time´ esta semana se refiere implícitamente a Ibiza, una isla que acogió el año pasado a 650.000 jóvenes turistas (o lo que sean) británicos.
Traduzco: «Infelices, sin afecto y fuera de control. Una epidemia de delitos violentos, embarazos adolescentes, alcoholismo muy fuerte y el abuso de drogas alimenta la idea de que la juventud británica está en crisis».
Muchos ibicencos atentos notarán que se han olvidado de algunas cosas que aparecían en los últimos informes y de las que yo me hice eco. Por ejemplo: abandono escolar, desestructuración familiar, un aumento preocupante de enfermedades de transmisión sexual y sida.
Esta gente es la que ha convertido Ibiza durante seis meses en un lugar inhóspito e invivible. Esta gente, sumada a los españoles, alemanes e italianos.
Este verano los clubbers volverán a pulular por la isla porque, afortunadamente, el Consell y los ayuntamientos asistieron en masa a la feria turística de Londres, como antes fueron a Madrid y después a Berlín.
España, Reino Unido y Alemania suponen casi el total de los turistas de Ibiza. Dentro de esta fragilidad, las expectativas son buenas, aunque no podemos perder de vista que estamos hablando en un contexto de crisis.
Crisis de valores, pero también una caída de la renta familiar en Gran Bretaña, un país que ha disminuido el número de turistas emitidos a todo el mundo. Además, está el cambio monetario: la libra no está fuerte. Esto es malo para Ibiza.
Los turistas españoles son una incógnita. Se sabe que el crédito se ha recortado, que las hipotecas aprietan y que el consumo en líneas generales (compra de coches, vacaciones) se ha desplomado.
Somos gente curiosa: hemos votado unos meses antes del verano y hemos elegido el mismo equipo que ha embarrancado el barco. Respeto las opiniones y defiendo el derecho al suicidio, pero estábamos avisados: la crisis económica será de órdago y apenas ha comenzado.
¿Cómo nos afectará este verano a Ibiza? Ya en enero escribí que sí, que este verano ya se vería mermado. Pero ahora veo las orugas interminables de vehículos en las carreteras españolas y me siento desconcertado. Sólo me queda recurrir al fenómeno italiano para encontrar una explicación: la economía sumergida.
España ha seguido los pasos de Italia y nadie se explica de dónde sacan el dinero los italianos de Formentera. Pues... de las alcantarillas. De todas formas, sigo pensando que el turista español está afectado por la crisis; el británico también; Alemania no está boyante. Ahora bien, dos millones de turistas en tres meses en Ibiza es una cifra accesible. O sea, nos salvaríamos.

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miércoles, marzo 26, 2008

Y ahora quisiera irme, dijo Hugo Claus


Cuando Hugo Claus dejó Ibiza sudaba absenta por sus poros. Bueno, dicho así parece muy exagerado, pero era una situación habitual en la época. Muchos años después, Hugo Claus contaba con la alegría del superviviente que en Ibiza había consumido durante un lustro la absenta auténtica: unos años después fue retirada del mercado desde París hasta Ibiza.
La planta genciana era muy conocida, pero no el destilado que conduce a la locura. Sí en París: desde luego era celebrada y hay pinturas magistrales que lo avalan.
Aunque Ibiza era un sitio privilegiado.
Aquella legión no era una legión, era una docena. Una docena o dos de escritores neerlandeses y belgas, con algún francés empotrado en un microuniverso de embriaguez excesiva y continuada.
Hugo Claus ya estaba considerado entonces una promesa de la literatura, del teatro, del cine... Era, ciertamente, uno de los miembros más activos de París, con sus estrechos contactos con Antonin Artaud y como fundador de Cobra.
Conocí al pintor más importante del grupo Cobra, Corneille, que también vivió en Ibiza unas temporadas como acompañante de la galerista y escritora Ceres Franco. Lo entrevisté en su estudio de París, en presencia de centenares de estatuillas africanas y lo incluí en el segundo volumen de mis elefantes.
Me hubiera gustado conocer a Harry Mulish, a Jan Cremer a Cees Nooteboom, pero en aquella época. Ahora ya son otra cosa. Y a Hugo Claus, un apuesto peleador por las más bellas mujeres. Sus peleas eran broncas y poco disimuladas: demasiada testosterona, alcohol y poco dinero.
Eran hermosos, políglotas, depauperados, escritores, pintores y viajeros.
Hugo Claus fue el marido o compañero de Sylvia Kristel durante unos años, pero no superaron el síndrome `Emmanuelle´, más por el trasiego y los incordios de la fama que por los celos, imagino.
Escribió varias alusiones a Ibiza (`El deseo´) y no fueron muy amables. Da igual. Los escritores no tienen que babear y estos holandeses, belgas y parisinos eran escritores, en aquel entonces un poco estropeados por el `nouveau roman´ y el estructuralismo. Una peste.
Yo los he leído más a partir de 1997, cuando mi espíritu ganó la guerra de la independencia y me escabullí de Ibiza.
Sin darme cuenta hice lo mismo que ellos: los escritores suelen huir de su isla, de su Itaca, de su Brujas o de su pequeña burbuja de provincianismo. Apenas ni un solo escritor neerlandés vivió permanentemente en su ciudad de origen. ¿Y los irlandeses? Salen huyendo de «la mamá cerda que devora a sus hijos», dijo un irlandés.
Bien. Hugo Claus se ha despedido, mientras ha mostrado la suficiente lucidez para decidir. «Ahora quisiera irme». En Bélgica es legal la eutanasia, si no estoy mal informado.
Tenía Alzheimer, había nacido en 1929 y los ibicencos le tuvimos casi cinco años entre nosotros. Cada año era un fijo para el Nobel, pero él se reía de todo esto. Un maestro.

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domingo, marzo 23, 2008

Ha pasado otro tren y lo hemos perdido

En los últimos años Ibiza ha sufrido una extraña acumulación de acontecimientos, una aceleración en el acontecer diario y una transformación sustancial en nuestra gran industria, que es el turismo.
Para empezar, la perversidad de olvidar lo anterior: vender los hoteles ya quemados para dedicarse a la construcción de Ibiza (liquidez y rentabilidad aseguradas en aquel momento).
La construcción, si no se hace con mucho tacto y moderación en la islita, se convierte en una destrucción. Y hemos acabado en un proceso de grandes destrucciones: de modos de vida, de prácticas turísticas, de yacimientos arqueológicos, de costas, del interior de la isla, y… que cada cual añada el problema que hay delante de su misma casa.
Porque no ha quedado ni una casa que no tenga un problema prácticamente irresoluble.
A pesar de las tierras removidas, de las rocas machacadas y de los hierros transportados, tengo la casi absoluta seguridad de que entraremos en el ciclo de crisis (ya está aquí según el último informe) sin haber conseguido hacernos al menos con las infraestructuras básicas.
Ya que hemos conseguido una isla ciudad, con problemas de densidad sorprendentes, ¿no podríamos al menos haber sacados las ventajas de unas buenas carreteras, puertos, aeropuertos, depuradoras, potabilizadoras, centros sanitarios, instalaciones deportivas, puertos y amarres, etc.?
Pues no lo hemos conseguido.
La crisis ya está aquí.
Y sólo queda la isla, pasmada y buscando una nueva forma de enfocar un turismo que no sea el mazacote psicodélico y alcohólico de los tres meses de verano. Y después al paro.
Nos pasa como a Ezquerra Republicana de Cataluña y a Izquierda Unida: Derrotados, pero no vencidos, le echaremos la culpa a la polarización o a la bipolarización.
Nuestra polarización se llama julio/agosto y hemos olvidado que nuestro territorio es limitado, nuestros recursos ya están más que agotados y los mercados emergentes (ya casi da igual que estén en guerra, Europa es un mundo feliz donde se muere la mar de bien en cualquier parte) han llegado para aliviarnos de algunos turistas ingleses.

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sábado, marzo 22, 2008

Sólo el ruido reglamentario



Ibiza es muy ruidosa, mucho más que Formentera y Mallorca, por compararnos con los vecinos. Exactamente no sé por qué, aunque el ruido empieza un buen día, se deja pasar y al día siguiente hay el doble de emisores y al doble de intensidad.
España en general tiene fama de ruidosa, aunque no llega a estos ruidos anárquicos de algunas ciudades como Estambul o El Cairo. Por ello se explica una ley contra el ruido que ya ha dado sentencias magistrales y que sirven de jurisprudencia.
Me extrañó que el ayuntamiento de San Antonio Abad (no confundir con los otros santos antonios) se proveyera de armamento contra el ruido. Es decir, con un reglamento.
Pero bueno, si ya existe una ley de rango superior ¿a qué viene un reglamento? Los que no somos abogados tenemos que ir deduciendo, así que acabé por pensar lo siguiente: la Ley del Ruido contempla delitos, sigue un procedimiento penal en los juzgados, pero si el Ayuntamiento se hace con un reglamento, puede actuar de inmediato, precintar al momento y además incoar, de ser necesario, un expediente y también un procedimiento judicial por lo civil. Y si el tema lo merece puede acogerse a la ley del ruido mediante un procedimiento penal que suele ser mucho más duro.
El tema es importante y merecería la pena que algún abogado escribiera uno o varios artículos -con lenguaje inteligible- para que la gente sepa a qué atenerse. En Ibiza hay demasiado ruido. No puede tolerarse más. Ni me explico cómo se ha tolerado tanto ni cómo hemos llegado hasta aquí.
Todos sabemos que no es una bromita (el lanzamiento de un cohete, en una fiesta y en horario un poco lógico, por ejemplo). El ruido continuado causa estragos en la salud.
Yo siempre he confiado en la prudencia y sabiduría de Pepe Sala, de Pantaleoni y de tantos otros de su equipo, porque los conozco desde siempre. Y tendrán, como todo el mundo, sus defectos y sus detractores, pero superan en mucho los factores positivos. Por ello, exigidles. Podéis hacerlo, porque el equipo municipal es muy sólido y preparado.
Lo que San Antonio no consiga con este equipo, ya podéis despediros por mucho tiempo o para siempre.
Los desafíos ya no son pequeños en ningún sitio y en Sant Antoni la situación es terminal. Urbanismo, ruidos, deterioro, tipo de turismo... no son moco de pavo.
Si San José puede seguir la estela o ir junto a San Antonio, el problema del ruido quedará en vías de solución. No creo que este verano quede solucionado, a pesar de las multas. Pero este es el camino. No veo otro.

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miércoles, marzo 19, 2008

El PP profundiza

Cuando leo el análisis de Fajarnés Ribas, número dos del PP al Congreso por Baleares, confirmo mis sospechas: el PP no tiene arreglo mientras no se desprenda de los protagonistas que lo han hundido en las oscuras profundidades del averno.
Dice que no ha calado el mensaje de Rajoy en Ibiza, porque en la isla no se acepta la crispación. Que diga esto alguien que ya ha pasado por media docena de elecciones asombra. Rajoy es una monjita comparado con ZP o con Alfonso Guerra o con Felipe González.
Todo ello me hace pensar que Fajarnés sigue cultivando la rara habilidad de salir presto y siempre que puede en ayuda del vencedor.
Pero ojo, Rajoy no está vencido. A saber lo que ocurrirá en junio, porque este país se ha convertido en un disparate lleno de mecanismos imprevisibles. Y efectivamente, vamos a una destrucción colectiva y no porque lo diga yo. Apuntadlo bien, porque dentro de tres meses tendremos la confirmación.
«Habrá que analizarlo profundamente», concluye el diputado del PP. Coincide con Miquel Jerez en la necesidad de profundizar, lo cual viniendo de un partido político que ha profundizado una zanja desde Sant Antoni hasta es Codolar lo convierte en una expresión temible.
No, no profundicen ustedes más, que se van a herniar. No piensen tanto.
Pero no dicen ni una palabra de la causa real, o de las causas naturales que han hundido al Partido Popular de Ibiza para varias legislaturas.
A mí me da vergüenza seguir diciéndolo, y me imagino que a ellos les da vergüenza reconocerlo en privado.
Repito: ustedes no han perdido dos elecciones seguidas en las Pitiusas por el hecho de que Rajoy crispara (Rajoy, una `yemita de santa teresita´), ni porque les haga falta un comunicador ni «personas con ideas para ganar las elecciones».
¿Ahora? El PP y sus dinosaurios siempre han despreciado a la prensa. Y eso se hereda. Ahora, amigos míos, cobrad la cosecha que con tanto esmero habéis sembrado.
La comunicación y el marketing son muy útiles siempre que haya una materia prima que moldear. Pero en su caso, habiendo arrasado la isla en una especie de estructura de poder caciquil anacrónica y letal, no ha calado en el electorado ibicenco su imagen de creadores de riqueza ni herederos del paraíso.
En el pecado llevan la penitencia y del PP depende que se solucione: deshacerse de los santos patrones que usan el partido como correa de transmisión de unas empresas. Y dirigir las instituciones de cara a la gente. De cara a la gente he escrito. No he dicho de culo.

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domingo, marzo 16, 2008

Con vistas al mar

Hace unos días los grandes temporales atacaron la cornisa Norte. Calas, costas y bahías han sido barridas por olas de más de quince metros. En estos casos, nuestro cerebro borra los malos recuerdos: nadie se acuerda de las olas que se llevaron no hace mucho las playas de Talamanca o la den Bossa, entre otras.

Para poder soportarlo, el cerebro humano se auto-diseña un mapa del sufrimiento y cuando tienen el depósito lleno va borrando el excedente.

Pero estamos obligados a mirar al mar sin angustia y, en casos como el Mediterráneo, casi lo debemos venerar con gratitud.

En Ibiza hemos perdido décadas, como en todo. Quizás ha sido una suerte que los ayuntamientos no hubieran actuado en las riberas hace cuarenta años, porque tiemblo de pensar lo que hubieran hecho y en el peor de los casos ya estaría inservible o bajo las olas.

Pero sesenta años después del nacimiento del turismo de masas podemos mirar las vistas, al mismo mar y debemos invertir una parte de las sumas astronómicas que ha generado el turismo.

En toda la isla se intenta facilitar accesos peatonales y adecentamiento de viales. Casi es normal en una isla que ha pasado de doscientos mil turistas a dos millones. Diez veces más. Esto ha creado unas necesidades de infraestructuras innegables y sería pueril y peligroso dar entrada a los turistas y después no atenderlos.

Bajo este mecanismo uno acepta las actuaciones en playa den Bossa, las que prometió Narbona e “ignoraba” Joan Clos. A mí me gusta más sin cemento, pero ello ya no es posible.

También debe actuarse en decenas de calas y accesos en nuestras costas. Y mejor hacerlo bien, con luz y taquígrafos, para evitar que se nos inflame la corrupción y el amiguismo.

Y finalmente, el acantilado sobre el que se asientan los magníficos edificios históricos de Vila, el ayuntamiento, el Convento, etc. Se derrumbarán seguro, pero no sabemos cuando. Al menos se debería asegurar con o sin escollera o creando incluso, un paseo abierto al público. Es urgente e importante.


A Mariano Digital


sábado, marzo 15, 2008

La herida de Ibiza barre al Partido Popular

La herida de Ibiza es tan profunda que se ha llevado por delante al Partido Popular. Ya no se trata sólo de las autopistas, que en sí mismas constituyen una aberración que no cabe en ninguna cabeza excepto en la suya. Se trata de los modos y de la prepotencia con que se barrieron casas, se destriparon fértiles fincas rústicas, se diseñaron caprichosas curvas, etc.
Ni la más mínima intención de disimular: hay que cortar el bacalao y lo hacemos por vísceras y porque nos toca a nosotros estar muy cabreados.
Bueno, se les avisó en cientos de artículos. Mucha gente y de distinta ideología se lo advirtió: la isla ya no soporta este crecimiento urbanístico, pero menos todavía esta bestialidad en las infraestructuras que, como mal necesario deben construirse, pero minimizando los efectos colaterales.
No atendieron a razones. No puedo saber cómo se llama esto: prepotencia, chulería, ambición caciquil aliada con el nepotismo, venganzas personales. No lo sé, lo dejo en un amplio paréntesis.
Pues bien, esto es lo que dijeron los delfinatos y los ballenatos y los cabestros del PP cuando perdieron el Consell Insular de Ibiza y vieron los dientes del enemigo en otros ayuntamientos, tradicionalmente gobernados, desde hace miles de años por los diplodocus o caciques.
«No lo sé, no entiendo, no sabemos lo qué ha pasado». Ni siquiera en este momento dieron pena a la gente, porque todo el mundo sabe que esta táctica la han empleado desde antiguo: hacerse el desentendido, pasar por tontos para que la gente se confíe y poder escoger la mejor parte del pastel. Y quedar indemne e impune.
Parece que ya se van enterando. Atender la propia voz interior, leer las hojas de ruta o repasar la agenda es el primer paso para entender y entenderse. No han perdido por una eficaz propaganda del PSOE (eficacia y PSOE no van muy unidos, si no es en casos concretos de listas B, Eivissa Centre, etc.), sino por la contumacia zafia y casi pornográfica del propio PP.
Entre estas concausas está el control de los medios. Nadie se atreve a decirlo en público, pero veo que los confidenciales en Internet echan humo.
El Partido Popular (antes Alianza Popular) de Abel Matutes Juan tenía la prensa de Ibiza totalmente a sus pies, hasta extremos ridículos. Desde 1972 he visto la evolución y sin necesidad de romper secretos profesionales (a los que por otra parte no estoy sujeto, en este caso) puedo decir que cualquier voz discordante era silenciada.
Hoy esto ha cambiado, si no ¿de qué y cómo va a ganar el PSOE? Mientras la prensa de Ibiza sea objetiva e imparcial, el PP estará desconcertado y el PSOE saldrá beneficiado. Diciendo sólo la verdad, o lo más aproximado. Ni unos ni otros estaban acostumbrados en las Pitiusas a una prensa medianamente oxigenada.



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miércoles, marzo 12, 2008

Ibiza descubre a los españoles

Ha sido un descubrimiento feliz, pero no es casual si se mira la evolución de la renta per cápita de los nacionales. A partir de 1992 los españoles descubren el placer de viajar por viajar, el charter, los quince días, las vacaciones partidas, etc. Y así es como el español deja de ser veraneante para pasar a ser turista, turista de masas, un givmitú (el español que va a Nueva York y descubre el valor de la inflación y el monetarismo. Cuando observa que los precios son más bajos suele pedirse dos, give me two. Y siempre lo cuento, porque me hace mucha gracia).
Claro que antes venían españoles a Ibiza, especialmente vascos y catalanes. Pero siempre en menos cantidad masiva. Claro que antes del 92 famoso o infame, según se mire, viajaban, pero no en esta intensa extensión.
Hace un mes, el Diario de Ibiza confirmaba mis sospechas en la página 3 entera: «El turismo español rozó el 30% de ocupación media en 2007 y superó a británicos y alemanes».
Si es cierto que hay quien paga (incluso hay quien mata) por una buena información, el precio del Diario del día 10 de febrero estaba justificado.
Y es razonable: Conocer la composición demográfica de una sociedad es esencial para planificar cualquier negocio de manera un poco racional.
Se pretende saber el sexo, nivel de estudios, edad, aficiones... ya no digamos la nacionalidad.
De manera que cuando decimos «cuánto ha cambiado Ibiza» o bien «qué cambios en nuestro turismo» nos podemos referir a que los ingleses vienen más jóvenes, más excitados o que beben más.
Pero esto sería quedarse corto: han cambiado por procedencias de nacionalidades. Esto es importantísimo para abrir una tienda, un taller, un buen restaurante, una cadena de supermercados, etc. Esto es básico.
Una vez sentado esto, siempre podemos dejar un tanto por ciento a la conducta alocada del turista. Ibiza es una isla de locos, da igual lo que pongas, el cliente quiere improvisar, Ibiza es mágica y cualquier cosa que pongas triunfará, etc. Bueno, esta conducta empresarial es suicida. Claro que se debe dejar una parte a la suerte, a la irracionalidad, a la intuición, pero no estamos hablando de un puesto de artesanía o de un carrito de hamburguesas, sino de negocios que requieren más de veinte permisos, obras e inversiones.
A lo largo de los años se demuestra que triunfa quien planifica. Para planificar hay que tener información, procedencias, edad, poder adquisitivo, etc. para adaptarse a un determinado sector de población.
Por esto los gestores del Todo Incluido tienen tanto interés en que el Consell Insular de Ibiza les bendiga sus maniobras. Y Tarrés brincando de alegría. Mmmm... desde Campeche ya no es el mismo.

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martes, marzo 11, 2008

Lo pide el mercado, o sea nadie

Ya tenemos nuevo conseller de turismo, Buils. Me gusta su estilo, el Todo Incluido no lo piden los hoteleros, lo pide el mercado.
¿Cuál? ¿El mercado nuevo, el mercado de verduras, el mercat pagès, el mercado de pescado...? No he visto ningún mercado que pida nada.
Lo piden los touroperadores que están viendo desparecer un mercado sabroso delante de sus narices y quieren que los demás sigan pagando la factura.
Hay un tipo de clientes que demanda el All Inclusive porque tienen una capacidad de consumo tan baja que mejor sería que se fueran a Chipre, Turquía o Albania. Pagan una cantidad y durante el mes de julio y agosto (que esta es otra) consumen espacio y agua en una isla que no da más de sí.
Ya saben los operadores alemanes e ingleses que una tercera parte de nuestros turistas son españoles y que son mucho más rentables que estos depauperados europeos. Encima pretenden que les reservemos los dos meses punta, que les bajemos el precio y que desplacemos a los potenciales españoles que llegarán por libre y pagando más.
Demencial. Dice Buils que el mercado lo pide, no los hoteleros. Más les valdría a los hoteleros dejar de pedir y ponerse ellos a arreglar sus instalaciones, cobrando lo que se tenga que cobrar.
Una oferta complementaria desplegada y con grandes inversiones está esperando que vengan clientes, pero en una sociedad abierta, en un mercado abierto, donde el cliente pasee, compre y consuma a su gusto y en todas partes.
Pero Ibiza siempre escoge lo peor: por una parte la avalancha de mochileros apocholados. Ellos han hecho caso de la política de Cañellas/Palau («En Ibiza también se duerme») y vienen a Ibiza sin reservas. Duermen o no duermen. Estos jovenzuelos envidiables por su energía, son clientes presumiblemente muy limitados.
Pero si en la franja diurna y de mayor edad no sabemos vender sesenta días a un precio apetecible y en un mercado libre (no intervenido y pervertido como es el Todo Incluido), entonces podemos pensar en una derrota definitiva de la oferta complementaria.
Ibiza tiene un argumento fuerte, porque estamos en una situación de fuerza: tenemos 90 días en los que hay mucha demanda. Poner Todo Incluido en junio-julio-agosto es una auténtica aberración. Una barbaridad.
En cambio es una modalidad muy plausible cuando en Ibiza hay menos movida: abril, mayo, medio junio, octubre, noviembre. Ya digo, es una opinión. Habrá otras, pero no debiera el gobierno patrocinar siempre las peores soluciones.
Mal, funciona cualquiera y encima gratis. Para funcionar mal no necesitamos tantos políticos.



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domingo, marzo 09, 2008

Un Berlín burlón

Reconozco que a menudo me muestro sarcástico, pero es que no es para menos. Cuando algo cambia es para peor. No sólo eso, cuando dejas pudrir una situación nunca conseguirás regresar al sentido común.

Es como los impuestos y los funcionarios: el sistema siempre quiere más, de ahí que el socialismo –entre otros motivos- nunca haya funcionado ni nunca funcionará. Una vez decretado un funcionario o un impuesto, ahí se queda para siempre.

Si permites que se venda droga en todas las aceras y esquinas, el día que se pretenda imponer un poco de discreción (ya no digo poner ley, eso es una utopía) los camellos se defenderán diciendo que la policía coarta su libertad y que vender droga en Ibiza es una tradición desde tiempos inmemoriales (recuerden el cómico derecho a construir una casa para cada hijo).

Si el gobierno (del PP, una percha de inútiles, los autores geniales de la Ibiza que hoy disfrutáis, con esta excelente agua y saneada economía) va dejando pasar y tolera o cultiva esta carencia de taxis, el día en que alguien pretenda conceder un número racional de taxis, se armará la de Dios es Cristo, con perdón.

Otro ejemplo es el de las discotecas. La irracional y apocholada situación de los horarios de las discotecas es el fruto de veinte años de política pepera (“En Ibiza a veces también se duerme”). Ineptitud, intereses, políticos que no tienen tiempo de pensar más allá de sus propios intereses, etc.

Ahora se pretende coordinar un horario de discotecas la mar de suave. En la isla no hay dos mil ayuntamientos. Sólo unos cuantos. Pero es que el horario de cierres había estado siempre claro. ¿Quién autorizó la terrorífica cencerrada global durante 24 horas? De locos.

Ahora veo que los políticos, los concejales o lo que sea se reúnen. Muy serios, con arreos y atalajes. Sólo les falta un mariscal de la sexta flota o de la Navy.

La última, caramba: los alemanes en Berlín quieren más Todo Incluido, pero les sobran los españoles y lo quieren más barato. Pero sólo para julio y agosto.



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miércoles, marzo 05, 2008

El 'efecto mochila' se consolida

Hace unos años un periodista valenciano predijo que Ibiza se convertiría en el sustituto natural de Valencia en la nefasta Ruta del Bakalao: grandes excursiones nocturnas a las discotecas con el coche, y bien regado con alcohol y drogas.
En aquel momento me pareció improbable porque Ibiza es un lugar excesivo y disparatado, pero tenía y todavía tiene una gran variedad de gente por procedencias.
En realidad, este fenómeno quedó difuminado con varios programas de televisión basura. Todavía hoy se ofrecen varios spots y programas subvencionados donde se vende la imagen de Ibiza como un paraíso de libertad donde todo vale. El máximo héroe es alguien que se pasea con una mochila y es filmado en plena excitación y tartamudeo.
Hoy puede decirse que el turismo nacional o español ya es la mayoría. Casi roza el 30 por ciento de ocupación media y ha superado a los visitantes británicos, alemanes y españoles (que son los otros países que nos siguen).
Esto era impensable y coincide con la autorización de las cadenas privadas de televisión, que han dado entrada a un mercado nuevo de diversión, de showbiz, de entretenimiento o lo que conocemos vulgarmente por televisión de programas-basura.
Además ayudó la creciente liberalización de vuelos chárter que sigue a nuestro ingreso en un mercado común en 1985 y al establecimiento de otra línea de ferries para acceder a Ibiza desde la Península.
Y por último, pero no menos importante, un remarcable aumento de la renta per cápita del español. El español gana más, puede gastar más.
Esto es una visión de urgencia de un fenómeno nuevo al que se enfrentan los hoteleros, los únicos que tienen la sensibilidad suficiente para percibir el problema, los políticos no tienen ni idea y van a remolque.
Pero los hoteleros se enfrentan mal, como siempre: piden más control y más dinero. Dinero lo reciben indirectamente con el aumento de los presupuestos de promoción. ¿Control? ¿Pero saben ustedes lo que piden?
Al final, los políticos locales promocionan más intensamente fuera pero siempre siguiendo las mismas pautas y cultivan las discotecas dentro. El Consell Insular de Ibiza se ha convertido en el promotor oficial e institucional de la Ruta del Bakalao.
Ha vencido el `efecto mochila´, el pocholeo, las televisiones-basura y la ruta del bakalao. Hemos conseguido una vulgarización atroz de Ibiza y como siempre bajo la bendición laica del socialismo. «Y quien no esté colocado que se coloque, y al loro», como decía el crótalo con cataratas Tierno Galván, un proto-demagogo socialista.

domingo, marzo 02, 2008

Bromitas

Buena señal y mejor augurio que el conseller elegido a dedo se dedique a hacer bromitas. No puedo creer que Carraca se haya quejado a Tarrés. Me cuadra más que Fajarnés pida la dimisión de Ramón.
En realidad el conseller digitalizado no ha superado el trauma Semprún: Toda la vida esperando una revolución y cuando es ministro de Cultura le montan la primera huelga general de la España democrática. El soberbio afrancesado jamás superó aquel golpe.
Miquel Ramón lleva toda su vida intentando revolucionar la tendencia a la construcción-destrucción de Ibiza, le nombran a dedo conseller para que conserve las buenas obras y ahora se encuentra pasmado. Las putas contradicciones de la vida.
O el síndrome PA, Plegarias Atendidas, según el cual se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las desoídas. Dicho popularmente: no desees nada con demasiada pasión, porque Dios podría castigarte y concedértelo.
Al margen de las tensiones propias de su edad, sexo y del tiempo electoral, creo que debemos darnos un poco de margen para las bromitas. Sólo es una porra en la isla de los porros.
“En el Congreso 4-4, Casetas al Senado y ZP repite”. Esta es la bromita de Miquel Ramon. Si hubiera alguien listo por ahí (lo hay, lo hay) abriría un chiringuito de apuestas.
Ya debiera saber Miquel Ramon que no es lo mismo elecciones autonómicas y municipales que las legislativas nacionales. Ocurre en muchas comunidades. Para España se vota una cosa, para las Pitiusas votamos otra.
En Ibiza nos ha costado, pero ya hemos demostrado que no tenemos manías: si nos gastáis bromitas pesadas, votamos a la alternativa. Los andaluces todavía no saben para qué sirve la alternancia democrática. A los catalanes les ha costado, y cada vez que han cambiado han caído a peor.
En Ibiza nos encontramos con que el PP arrasó a lo bestia, ha secado pozos, ha destrozado yacimientos, ha expropiado con o sin miramientos, etc. Le costó las elecciones.
Ahora, quien piense con la cabeza tiene derecho a preguntarse si el voto a ZP es una insensatez o una locura. Apuesten.

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sábado, marzo 01, 2008

Españoles


No se me había ocurrido pensar seriamente en ello hasta el otro día en que nuestro Diario publicó la composición de pasajeros llegados por el aeropuerto. Y me quedó confirmado con la publicación del origen de las estancias hoteleras.
No es lo mismo, pero ambos factores nos explican el mismo fenómeno: el primer turista de Ibiza por origen es el español. Bueno, esto es una revolución demográfica de la isla, porque aquí siempre habían venido españoles y muchos se quedaban. Les llamábamos pijos o peninsulares y enseguida aportaron fuerza de trabajo y casaron en Ibiza, afortunadamente.
Cuando en Ibiza hablábamos de turistas sobrentendíamos extranjeros. Nunca decíamos, por ejemplo, «ya están a punto de llegar los primeros turistas extranjeros a Ibiza». ¿Por qué? Pues porque era innecesario, era una redundancia. No había otros turistas que no fueran alemanes, ingleses o franceses.
Entonces, ¿qué eran los españoles? Nada. Los españoles no venían en verano o bien porque no había aviones o porque no había habitaciones.
Además, el español nunca ha sido un turista, sino un veraneante.
Malo para Ibiza, que quiere turismo todo el año y no sólo en verano. El español veranea, da por amortizado el verano en su economía familiar y se dedica a la siesta y al botijo.
Hagamos memoria: se hizo necesaria la crisis alemana y la inglesa para liberar habitaciones hoteleras para los españoles, que además recibieron con buenos ojos la lluvia de vuelos charter.
Este fenómeno, que explico a toda velocidad en clave casi humorística, es muy lento. Y sin embargo los fenómenos demográficos en Ibiza suceden a la velocidad de la luz, no en vano siempre decimos que Ibiza es un laboratorio sociológico; en consecuencia, un sitio muy inhóspito para vivir... ¿Quién quiere habitar siempre, toda la vida, dentro de un laboratorio encerrado? Ni una pitón. O peor, dentro de una discoteca.
Ahora los españoles suponen la primera nacionalidad que nos aporta turistas. ¿Y los extranjeros? Muy curioso, siguen viniendo veraneantes nocturnos y adictos al sudor del éxtasis desde el Reino Unido o Alemania.
Pero tengo la impresión de que se ha invertido todo.
En los 70 y los 80, los peninsulares venían y muchos se quedaban a vivir, se compraban un apartamento o una parcela, y en verano la isla se llenaba de extranjeros.
En el siglo XXI, los extranjeros han venido y se han quedado a vivir, se han comprado un apartamento o una parcela, y en verano la isla se llena de veraneantes españoles.

A Mariano Digital... >>